Medio centenar de muertos en Ucrania por beber alcohol adulterado
Ciudadanos ucranianos cruzando un puente roto en
Luhansk. EFE
· 07/10/2016 18:01XAVIER
COLÁS
· Moscú
·
@xaviercolas
Además de la guerra civil congelada en
el este del país y el frío que acecha este invierno con los
crecientes precios del gas, los ucranianos han visto aparecer estos días un
nuevo frente que amenaza con seguir cobrándose vidas. Las autoridades
ucranianas han registrado en las últimas dos semanas medio
centenar de muertes por alcohol adulterado. Hasta el 3 de
octubre se habían dado 81 casos de envenenamiento.
Tan sólo en la región de Jarkov,
en el noreste del país, murieron 38 personas, según señalaron en Kiev los
responsables de la Seguridad Alimentaria. También hubo muertes en la región de Donetsk, Lugansk, Mykolaiv y Zhitomir.
En Lvov, en el oeste, se ha dado un caso de
intoxicación de cuatro estudiantes menores de edad por ingesta de vodka, aunque
no está claro que el problema tenga conexión con esta oleada de muertes.
La policía ha detenido a un sospechoso
de 27 años en Jarkov, y también a tres presuntos socios. Si son
hallados culpables podrían ser condenados a diez años de prisión.
Los agentes han hecho registros y han requisado una tonelada de botellas y
garrafas de alcohol.
Atosigado por la deuda, el
Gobierno ucraniano ha subido en varias ocasiones desde 2014 el impuesto sobre
el alcohol, y se encuentra en una disyuntiva similar a la que
ha afrontado el gobierno ruso: si baja los precios sube el consumo pero si se
fijan unos precios mínimos aumenta el uso de alcohol ilegal. En
Ucrania esta práctica se agudiza por culpa de la profunda crisis económica.
Pese a las habituales intoxicaciones siguen
funcionando cientos de establecimientos -nalivaek los llaman, lugares
que sólo venden alcohol- donde es más barato comprar alcohol de origen
desconocido. "Es obvio que los distribuidores y vendedores de vodka falso
no hubieran podido envenenar a la gente sin la participación de agentes de la
ley corruptos", escriben activistas en las redes sociales. En algunos
pueblos los vecinos se quejan de que habían avisado a la policía de la venta de
alcohol ilegal, pero nadie tomó medidas.
En los
últimos dos años ha disminuido el poder adquisitivo de los ucranianos, y muchos
recurren cada vez más a ofertas en Internet y a bebidas espirituosas de
fabricación propia, sin los debidos controles de calidad.
En algunas regiones el Departamento de
Educación ha enviado una carta con el requisito de aplicar medidas urgentes
para reforzar del control sobre los niñosdurante el
tiempo que pasan en los centros escolares, así como para exigir
responsabilidades a los profesores que en ese momento eran
responsables de la escuela.
Según la Comisión de Transparencia de Ucrania,
en Kiev 4 de cada 14 establecimientos no tienen la
licencia en regla. Tanto en Rusia como en Ucrania el alcohol
ilegal es un problema no sólo sanitario sino también fiscal. La diferencia
entre la producción y la venta de vodka entre mediados del año pasado y este
verano llegó a 32 millones de decalitros: dos de cada cinco botellas producidas no
contribuyeron al presupuesto, según datos gubernamentales.
Los problemas con el alcohol forman parte del
pasado común de los países de la vieja URSS. El líder soviético, Mijail
Gorbachov cortó la producción en 1985, impidiendo además
que se vendiese alcohol antes de la hora de comer. Así disminuyó en una cuarta
parte el consumo, y también las muertes. Pero con la caída de la URSS el vodka
se amoldó mejor que otros productos al convulso libre mercado. La mortalidad
volvió a subir sobre todo durante el colapso del rublo en 1998. Los problemas
económicos ucranianos vuelven a sedimentarse ahora en el fondo del vaso.
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