La OMS establece parámetros para reducir los daños para la salud debidos a la contaminación del aire de interiores
Comunicado de prensa
12
DE NOVIEMBRE DE 2014 ¦ GINEBRA - Las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
publicadas hoy ponen de relieve los peligros de quemar en los hogares
combustibles como el carbón no tratado y el queroseno, y establecen metas para
reducir las emisiones de contaminantes nocivos para la salud procedentes de
fogones, estufas y lámparas de mecha de uso doméstico.
En las nuevas Directrices
de la OMS sobre la calidad del aire de interiores - Quema de combustibles en
los hogares se subraya la necesidad de mejorar el acceso de los hogares
a fuentes de energía menos contaminantes, como el gas de petróleo licuado, el
biogás, el gas natural y el etanol, o la electricidad, especialmente en países
de ingresos bajos y medianos.
Las nuevas directrices llegan
después de que la OMS revelara a principios de este año que más de 7 millones
de personas –una de cada ocho del total de muertes mundiales– murieron a causa
de la exposición a la contaminación atmosférica o del aire de interiores. Según
las estimaciones, unos 4,3 millones de personas mueren cada año en todo el
mundo a causa de la contaminación del aire en los hogares emitida por fogones
rudimentarios de biomasa y carbón.
«Velar por que en los hogares y
en su entorno el aire esté menos contaminado es fundamental para reducir la
carga de morbilidad debida a la contaminación del aire, especialmente en los
países de ingresos bajos y medianos», señala la Dra. María Neira, Directora del
Departamento de la OMS de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes
Sociales de la Salud. «Las nuevas directrices de la OMS tienen por objeto
ayudar a los países a introducir tecnologías menos contaminantes, mejorar la
calidad del aire en los hogares pobres, reducir las enfermedades relacionadas
con la contaminación y salvar vidas.»
Casi 3000 millones de personas
en todo el mundo siguen sin acceso a combustibles y tecnologías menos
contaminantes para cocinar, caldear espacios y alumbrarse. Cada año millones de
personas mueren como consecuencia de la contaminación del aire en los hogares:
34% por accidentes cerebrovasculares, 26% por cardiopatías isquémicas, 22% por
neumopatías obstructivas crónicas, 12% por neumonía infantil y 6% por cáncer de
pulmón.
Estas enfermedades se deben
principalmente a los elevados niveles de partículas finas en suspensión y de
monóxido de carbono emitidos al quemar combustibles sólidos como madera,
carbón, excrementos de animales, residuos agrícolas y carbón en fogones,
estufas o lámparas de mecha poco eficientes.
Nuevas metas de reducción de las emisiones
Las directrices incluyen metas
de reducción de las emisiones, en diferentes tipos de aparatos domésticos, para
el monóxido de carbono y las partículas finas en suspensión. Las metas son el
resultado de años de examen de las consecuencias para la salud de las emisiones
de contaminantes del aire en los hogares y del exhaustivo análisis de los
niveles en los que tendrían que reducirse las emisiones para cumplir lo
dispuesto en las directrices de la OMS sobre la calidad del aire.
«Si se satisfacen las nuevas
metas de reducción de las emisiones, aproximadamente un 90% de los hogares de
todo el mundo se ajustarán a las normas de calidad del aire establecidas por la
OMS», señaló la Dra. Neira.
Evitar el carbón no tratado y el queroseno
En las nuevas directrices se
recomienda dejar de utilizar el carbón no tratado como combustible doméstico.
El carbón contiene elementos tóxicos como arsénico, plomo y mercurio. La
combustión incompleta de carbón en fogones y estufas poco eficientes puede
provocar enfermedades graves y muerte prematura.
También se desaconseja el uso
del queroseno como combustible doméstico por la preocupación que suscitan sus
efectos negativos en la calidad del aire y la seguridad. Además, el queroseno
está relacionado con quemaduras, incendios e intoxicaciones.
Consecuencias para la salud
En los hogares con fogones de
carbón o biomasa que queman a fuego abierto y no disponen de ventilación, las
emisiones de partículas en suspensión y otros contaminantes pueden ser 100
veces superiores a los niveles que recomienda la OMS. Tales contaminantes son
carcinógenos y provocan enfermedades cardíacas y pulmonares puesto que
debilitan la respuesta inmunitaria, reducen la capacidad de transporte de
oxígeno en la sangre y provocan inflamación generalizada e isquemia, entre
otros trastornos fisiológicos.
«La mujeres y los niños
pequeños, que son quienes más tiempo pasan cerca del hogar, son especialmente
vulnerables», señala la Dra. Flavia Bustreo, Subdirectora General de la OMS,
grupo orgánico de Salud de la Familia, la Mujer y el Niño. «En todo el mundo,
más del 50% de las muertes por neumonía en menores de 5 años están relacionadas
con la contaminación del aire en los hogares.»
Posiblemente las mujeres y los
niños sufran también otras consecuencias. En muchas regiones, pasan horas cada
día recolectando combustible para los fogones y estufas tradicionales, lo que
restringe el tiempo que pueden dedicar a ganar dinero o a asistir a la escuela.
La forma de avanzar
Para poder cumplir las nuevas
metas, es necesario que haya un incremento rápido del acceso a aparatos para
cocinar y caldear espacios, y también lámparas, más modernos y menos
contaminantes en los hogares de los países en desarrollo, señala el Dr. Carlos
Dora, Coordinador de la OMS para Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes
Sociales de la Salud.
«Es necesario incrementar el
uso de combustibles menos contaminantes como el biogás, el etanol o el gas
natural o de petróleo licuado con la ventilación adecuada, así como soluciones
de electricidad de origen solar para la iluminación», señaló. «Y los precios de
las tecnologías y los combustibles menos contaminantes deben estar al alcance
de los hogares con los ingresos más bajos.»
A la vez, en las nuevas
directrices se recomienda a los países que no utilicen carbón no tratado ni
queroseno como fuentes de energía doméstica, y que busquen otros combustibles
para sustituirlos.
«Se está trabajando
intensamente para mejorar el tipo de fogones de biomasa normalmente utilizados
en los países en desarrollo para preparar comidas, pero solamente los fogones
que logren las metas de reducción de las emisiones procedentes de la quema de combustibles
en los hogares pueden garantizar un menor riesgo debido a la contaminación del
aire en los hogares para la salud de las mujeres y los niños.»
Las oficinas de la OMS
regionales y en los países prestarán apoyo a los gobiernos, las organizaciones no
gubernamentales, el sector privado y los asociados para el desarrollo en la
aplicación de las directrices, que se examinarán y actualizarán periódicamente.
Nota para los editores
Metas de reducción de las emisiones
Partículas finas en suspensión*
·
Aparatos con chimenea o campana:
máximo de 0,80 miligramos/minutos (mg/min).
·
Fogones, estufas y lámparas de
mecha sin ventilación: máximo de 0,23 mg/min.
Monóxido de carbono
·
Aparatos con chimenea o campana:
máximo de 0,59 g/min.
·
Fogones, estufas y lámparas de
mecha sin ventilación: máximo de 0,16 g/min.
*Las partículas finas en
suspensión son una compleja mezcla de partículas sólidas y líquidas que
contiene principalmente sulfatos, nitratos, amoníaco, cloruro sódico, carbono
negro, polvo de minerales y agua.
Las directrices de la OMS se
fundamentaron en un examen riguroso de todos los conocimientos científicos
disponibles en la actualidad y se sometieron al examen de científicos expertos
en la materia de todo el mundo.
Hoy se conmemora también el
sexto Día Mundial contra la Neumonía y se hace un llamamiento a los dirigentes
mundiales para lograr el acceso universal a la prevención y atención contra la
neumonía y a poner fin a las muertes prevenibles de niños de aquí al año 2030.