Cuando una persona y una serpiente se encuentran, lo normal
es que esta última trate de pasar desapercibida o escapar si se le da la
posibilidad. Por lo general, las serpientes sólo muerden cuando son pisadas o
apresadas, cuando se ven sorprendidas por un movimiento repentino y no pueden
huir o cuando no se hace caso a su posición defensiva y la persona se acerca
demasiado superando el umbral defensivo del ofidio.
Resulta peligroso atravesar áreas poco conocidas (pajonales,
bosques, selva, zonas inundadas, etc.), especialmente por la noche, así como
trepar por rocas o árboles, o caminar en zonas donde puedan ser poco visibles
por la presencia de hierba alta, desniveles en el terreno u oquedades. Otra
práctica de riesgo es introducir las manos en huecos de árboles, cuevas, nidos
o fogones abandonados, levantar piedras o troncos sin tomar los recaudos
necesarios, así como intentar cazar o tomar serpientes con las manos cuando
parecen muertas. Es peligroso hostigar a una serpiente o manipularla.
DONDE HAY PRESENCIA DE OFIDIOS SE ACONSEJA:
• No salir al campo sin zapatos y ropa adecuada: Para
caminar por la hierba alta o en la maleza lo mejor es llevar pantalón de
loneta, con botamanga ancha, botas altas de cuero o goma gruesa por debajo de
los pantalones, o usar polainas.
• No acercarse a las serpientes. Si no es posible alejarse a
tiempo, abstenerse de hacer movimientos bruscos.
• No tocar nunca a una serpiente, ni siquiera aunque parezca
muerta. Algunas se quedan inmóviles para que no las ataquen.
• Tener precaución al atravesar áreas poco conocidas
(pajonales, bosques, zonas inundadas, sendas, etc.), es recomendable hacerlo
acompañado por perros lugareños (animal centinela).
• Cuando se va a realizar una actividad en un área
ofidiógena, informarse sobre las serpientes venenosas locales consultando con
alguien conocedor. Aprender a distinguirlas y enterarse de dónde pueden
encontrarse. La mayor parte de ellas vive a nivel del suelo en cuevas, bajo
rocas, troncos o arbustos.
• Tomar mayores precauciones por la noche, ya que es
entonces cuando desarrollan su mayor actividad muchas serpientes.
• Indicar a los niños que no anden descalzos, que
preferentemente lleven botas y que lleven una linterna cuando salgan por la
noche (siempre es preferible que no salgan). También recomendarles que no
hostiguen a ninguna serpiente.
• Los niños pequeños deben ser llevados en andas al
atravesar zonas con potencial presencia de ofidios.
• En zonas con ofidios, colocar en las aberturas de las
casas alambre tejido o similares a fin de impedir la entrada de los ofidios al
domicilio.
• No levantar piedras o troncos con las manos desprotegidas,
ni meter la mano o el pie en agujeros del terreno, en huecos de árboles,
cuevas, nidos y fogones abandonados. Antes de pasar sobre un tronco o roca
examinar bien el otro lado por si hay serpientes y, si es posible, tantear con
un palo.
• Mantener el espacio peridomiciliario con pasto corto,
libre de malezas y residuos que puedan atraer roedores que constituyen uno de
los alimentos de los ofidios.
• No dormir en el suelo. Durante el sueño la persona podría
colocarse sobre una serpiente al cambiar de postura, ya que las serpientes
podrían acercarse guiadas por el calor corporal.
• En el caso de Micrurus (coral), tener cuidado al trabajar
en el suelo, realizar pozos o cavar zanjas, sobre todo al levantar trozos de
tierra. Tener especial cuidado con los niños ya que son atraídos por sus
colores vivos y su falta de agresividad.
Más información: Consulte la Guía de Prevención,
Diagnóstico, Tratamiento y Vigilancia Epidemiológica de los Envenenamientos
Ofídicos en http://www.msal.gob.ar/images/stories/bes/graficos/0000000529cnt-Ofidismo_interior%20V8.pdf