Un
biomarcador encontrado en la sangre de los consumidores de alcohol se halla en
cantidades notablemente más altas en los bebedores que suelen emborracharse a
menudo que en quienes consumen alcohol de forma moderada, según un nuevo
estudio. El biomarcador, denominado fosfatidiletanol, se podría emplear para
examinar adultos jóvenes en busca de consumos alcohólicos elevados, como los
que supone la bebida compulsiva.
Habiendo
llevado a cabo una extensa investigación sobre el alcohol y sus efectos sobre
la salud a lo largo de su carrera, Mariann Piano, profesora de la Universidad
de Illinois en la ciudad estadounidense de Chicago, sabía que el
fosfatidiletanol es un biomarcador asociado con el consumo del alcohol, pero
este nunca había sido medido en adultos jóvenes.
En
países como Estados Unidos, el consumo de alcohol en cantidades lo bastante
elevadas como para provocar borracheras es omnipresente en gente joven. Más
alarmante, sin embargo, es la regularidad de esos episodios de consumo de
alcohol compulsivo: uno de cada cinco estudiantes admite haberse emborrachado
tres o más veces en las dos semanas precedentes.
El
Instituto Nacional estadounidense sobre el Abuso de Alcohol y Alcoholismo
(NIAAA) define el consumo de alcohol compulsivo como un patrón de bebida que
lleva a una concentración de alcohol en la sangre de la persona de hasta 0,08 o
más. Esto sucede normalmente cuando los hombres toman cinco o más copas en unas
dos horas. Para las mujeres, sucede cuando consumen cuatro o más en el mismo
período de tiempo.
Piano
y Shane Phillips midieron el nivel de fosfatidiletanol en muestras de sangre de
estudiantes universitarios de dos campus.
Según
el nuevo estudio, un biomarcador encontrado en la sangre de los consumidores de
alcohol se halla en cantidades notablemente más altas en los bebedores que
suelen emborracharse a menudo que en quienes consumen alcohol de forma moderada.
(Imagen: Amazings / NCYT / JMC)
Los
sujetos fueron divididos en tres grupos: abstemios, consumidores moderados y
consumidores de alcohol compulsivos.
Los
abstemios no habían tomado más de una copa al mes durante los últimos dos a
tres años. Para los hombres, el consumo moderado quedó definido como consumir
tres copas o menos por sesión una o dos veces por semana en los últimos cinco
años. Para las mujeres, el número de copas era dos. Los consumidores
compulsivos de alcohol sufrieron al menos dos borracheras en el último mes.
El
equipo de investigación descubrió una correlación notable entre el nivel de
fosfatidiletanol en sangre y en muestras de sangre deshidratadas, y el número
de sesiones durante los últimos 30 días en las que los sujetos consumían cuatro
o cinco copas.